Esta propiedad única ofrece una idiosincrasia rara, llena de encanto y naturaleza pura. Aproveche la oportunidad si ama Mallorca y desea vivir en uno de sus entornos más auténticos. Aquí, puede hacer realidad su sueño.

Una pequeña casa de pescadores en el borde de un puerto tranquilo, donde el tiempo parece detenerse. La piedra natural de la casa ha adquirido una pátina con los años, conectándola firmemente con la historia del lugar. Las contraventanas capturan la luz del mar, mientras que el aire salado llega suavemente desde las olas del puerto. Las habitaciones son sencillas pero acogedoras, con una clara conexión con la naturaleza y los elementos tradicionales de la vida junto al agua. En la pequeña terraza, puede disfrutar de la vista del agua tranquila y dejar atrás la rutina diaria. La atmósfera relajada y auténtica refleja perfectamente el encanto de este lugar apartado.

Región:

Hay lugares que hay que descubrir, y Port de Valdemossa es uno de ellos. Quien conoce Valdemossa puede preguntarse dónde puede estar un puerto, y mucho menos el mar, ya que el pintoresco pueblo se encuentra a más de 400 metros sobre el nivel del mar, al pie de la sierra de Tramuntana. Sin embargo, el pequeño puerto sorprende con su escenario pintoresco de casas de pescadores y amarres para botes de hasta 7 metros de largo. La playa rocosa y la impresionante rompiente le dan un ambiente único al lugar.

Port de Valdemossa cuenta con un restaurante acogedor con terraza al aire libre, perfecto para una pausa relajante. Aquí puedes descansar con un café o una paella y disfrutar de la tranquila atmósfera. Después de un breve descanso, asegúrate de caminar por las rocas, respirar la fresca brisa marina y pasear por los estrechos callejones. Detrás de cada esquina te espera una nueva y cautivadora vista del mar.